El 20 de septiembre del 2021, Santiago Gómez Cora nos regaló a los miembros de la Agrupación una charla sobre su vida deportiva, sus valores, su visión y su trabajo, empezando desde su primer partido de seven (en Posadas, Argentina, con 19 años) hasta todo lo que viene planeando -y cómo lo hace- para guiar al equipo de siete argentino y ponerlo entre los mejores del mundo. Y claro, lo importante no es ganar, sino mantenerse.
La Agrupación Veteran Rugbiers, entre las varias actividades que realiza a lo largo del año para todos sus miembros, tiene lo que se podría denominar como «charlas jugosas» con personas del rugby que tienen algo para decir y ayudarnos a saber más y disfrutar, desde el costado que nos toca ahora, el juego de rugby. Aún en pandemia de COVID-19, la reunión 2021 que se hizo para conversar con Santiago fue a través de una herramienta virtual, pero aún así, sus palabras sentidas y plenas de información y liderazgo llegaron a los presentes que disfrutaron y mucho de las explicaciones del coach del equipo nacional.
En su historia personal con el seven hubo un antes y un después por la dedicación que tuvo que ofrecerle como jugador, ya que aunque se destacaba como un velocista, nunca había ido a un gimnasio hasta sus 20 años y comenzó un trabajo de cómo sostener la velocidad a través de la distancia de carrera -digamos, toda la cancha- sino a repetir esa misma velocidad muchas veces a lo largo del torneo, llevando su estadística personal desde 4 o 5 aceleraciones máximas hasta 14 durante la competencia. Y ese trabajo empezo en una especie de laboratorio personal. Hoy en día los sistemas de rastreo que utilizan los jugadores y equipos determinan no sólo la velocidad sino también las distnacias con extrema precisión. Ese trabajo le permitió crecer alrededor de 13 o 14 kilogramos y tener el mismo tiempo de velocidad, dándole la potencia necesaria a la velocidad requerida. Y eso fue el primer paso que determinó mucho de lo que persigue como entrenador.
Santiago explica que el seven evolucionó no sólo en estrategias de juego sino también en la cantidad de minutos «reales» que se juegan, como así también la cantidad de fases y tiempo de juego continuado. Antes el tiempo real de juego era de cuatro minutos y ahora ha pasado a ser de 6 minutos veinte, y esa diferencia que parece exigüa es de vital trascendencia a la hora de desarrollar el juego. También ha variado y mucho la confirmación de la posición del ruck, que requiere sí o sí de la técnica de apuntalamiento o cobertura, que viene a ser el desplazar al rival que intenta pescar la pelota, y resulta inconcebible que cualquier jugador (el más cercano) no tenga desarrollado ese skill.
Santiago se retira como jugador activo en el 2010 porque, según explica, ya no llegaba a jugar los Juegos Olímpicos y su velocidad ya no estaba en su punto máximo. Su vida con dos carreras universitarias no estaba consolidada laboralmente y en 2012 una empresa de telecomunicaciones lo invita a entrenar a un equipo esponsoreado por ellos en el torneo de seven de Punta del Este (UY), logrando ese torneo y el subsiguiente de Pinamar (AR). Casi inmediatamente lo convocan a entrenar el equipo de 7 de Buenos Aires, que sale campeón del Seven de la República. Con ese pasaporte, la UAR decide contratarlo para guiar al equipo nacional. La historia comenzaba.
Una de las cosas que más le duelen a Santiago es estar lejos de la familia. Es que parte del año lo pasa arriba de un avión, otra cosa que no le gusta para nada por los desajustes que le provocan en su físico, y también prepara a su equipo para eso. Los continuos viajes y el cambio permanente del huso horario provocan inconvenientes que afectan tanto a deportistas como al staff, ya que el cuerpo tarda un tiempo en acomodarse a su rutina de alimentación y descanso, y de repente estar jugando rugby a las 3 AM -aunque sea el mediodía en el lugar del juego- suele hacer estragos en el rendimiento.
Sin dudas y sobre todo el en rugby de 7, la parte mental es fundamental y se trabaja mucho, sobre todo en momentos del desgaste físico ya que no sólo se trata de correr y tacklear, sino de sostener la presión y aceptar los momentos del juego, y al mismo tiempo, ir y tomarlos.
Santiago nos regaló una charla gentil y sincera que pueden volver a vivir en el link que sigue: https://drive.google.com/file/d/1wgwjvjuJmGqxWvzD-MctnJLrUCq0j6F2/view
La Agrupación Veteran Rugbiers realiza diferentes actividades para fomentar la amistad y camaradería más allá de los momentos del juego, e invita a todos sus miembros a mantenerse informados de las mismas a fin de poder disfrutarlas y volver a vivir un rato de competencia o esparcimiento seguido de un tercer tiempo, como corresponde.